La Matriz Femenina de la Vida
¡Bienvenida a este artículo del CAMINO ANCESTRAL DE LA MATERNIDAD. Hoy vengo a compartir sobre la Matriz Femenina de la Vida es Hoy un Cementerio

La Matriz Femenina de la Vida es Hoy un Cementerio
La matriz femenina, que incluye el útero, las trompas de Falopio, los ovarios, la vagina y los pechos, ha sido diseñada en nuestro cuerpo para dar y sostener la vida. Desde la visión ancestral, la maternidad está profundamente conectada con el poder de la matriz tanto biológica como energéticamente. Sin embargo, en las mujeres de hoy, la matriz, que debería ser un santuario de creación y vida, se ha convertido en un espacio de dolor, sufrimiento y muerte. La matriz de muchas mujeres modernas es un cementerio físico y energético, lleno de abortos, partos traumáticos, pérdidas tempranas de hijos, abusos y desconexión con la Tierra.
Este artículo busca profundizar en cómo la matriz femenina ha dejado de ser un espacio de vida para convertirse en un lugar de muerte, y cómo sanar la matriz es esencial para restaurar el equilibrio, la fertilidad y la salud física y energética de las mujeres.
La matriz como el espacio creador de la vida
Desde tiempos inmemoriales, la sabiduría ancestral ha reconocido la importancia de la matriz femenina como el centro de la vida. La matriz es el espacio donde la vida comienza, donde el alma encarna en un cuerpo físico, y donde la mujer sostiene y nutre la existencia. En muchas tradiciones espirituales, el útero es visto como un cáliz sagrado, un portal entre el mundo espiritual y el físico.
Sin embargo, en la actualidad, muchas mujeres están desconectadas de su matriz y de su capacidad innata para manifestar vida. Los altos índices de infertilidad, los problemas reproductivos y las enfermedades ginecológicas son el reflejo de un desequilibrio profundo en la maternidad, dejando de ser cada vez menos sagrada y más mecanizada y tecnológica. Este desequilibrio no es solo físico, sino también energético y espiritual.
En mi camino como mujer medicina, he visto cómo el dolor no resuelto abortos, muertes tempranas de niños, partos dolorosos, traumas sexuales y violaciones que se acumulan en la matriz de las mujeres de una generación a otra. Este dolor, si no es sanado, convierte la matriz en un espacio de muerte en lugar de vida. La energía vital de la mujer se ve bloqueada, afectando su capacidad para concebir y su salud general.
La infertilidad como síntoma de desconexión

El creciente problema de infertilidad que enfrentan muchas mujeres hoy en día no es solo un problema médico, sino un reflejo de un problema más profundo: la desconexión de la mujer con su matriz, con su cuerpo y con la Tierra. La matriz ha dejado de ser un espacio sagrado de vida y se ha convertido en un cementerio, lleno de dolor no resuelto y energía estancada. Las mujeres llevan hoy úteros espásticos, casi congelados y fríos.
En la maternidad sagrada se reconoce que la fertilidad no es solo una función biológica, sino una manifestación de la energía vital de la mujer. Cuando la matriz está llena de dolor, bloqueos emocionales y traumas, la energía vital no puede fluir libremente, lo que afecta la capacidad de la mujer para concebir y mantener un embarazo.
Los problemas de fertilidad, desde la visión ancestral, son un síntoma de una desconexión más profunda con la matriz y con la energía de la Tierra. La mujer ha sido diseñada para la vida, pero cuando está desconectada de su propio cuerpo y de su esencia femenina, su capacidad para manifestar vida se ve comprometida.
La matriz como cementerio: los traumas no sanados
Muchas mujeres llevan en su matriz el dolor no resuelto de generaciones anteriores. Las historias de abortos, muertes prematuras de hijos, partos traumáticos, violaciones y abusos sexuales se han transmitido a través del linaje femenino, dejando una huella profunda en el cuerpo y en el inconsciente de las mujeres. Este dolor, que no ha sido procesado ni sanado, se convierte en un bloqueo energético que afecta la capacidad de la mujer para concebir y para disfrutar de una maternidad amorosa, saludable y placentera.
Los traumas asociados a la maternidad no son solo personales; también son colectivos. En muchas culturas, el cuerpo femenino ha sido objeto de violencia, control y represión. Este trauma colectivo se ha almacenado en la matriz de las mujeres, convirtiéndola en un espacio de sufrimiento en lugar de un espacio de vida.
Cuando la matriz está llena de dolor, la mujer puede experimentar una variedad de problemas de salud, como menstruaciones irregulares y dolorosas, endometriosis, quistes ováricos, fibromas uterinos y desequilibrios hormonales. Estos problemas no son solo físicos, sino que son el resultado de un desequilibrio energético y emocional en la matriz.
La desconexión con la Tierra: una matriz vacía de vida
Desde la visión ancestral, la matriz femenina está profundamente conectada y enraizada con la energía de la Madre Tierra. La maternidad ancestral reconoce que la mujer y la Tierra son una, y que la fertilidad de la mujer está ligada a la fertilidad de la Tierra. Sin embargo, en la sociedad moderna, muchas mujeres están desconectadas de este vinculo tan sagrado.
La desconexión de la mujer con la Madre Tierra no solo afecta su salud física, sino también su capacidad para manifestar vida. La Tierra es la fuente de energía vital, y cuando la mujer está desconectada de esta fuente, su matriz se vacía de vida porque ha perdido sus raíces. Esto se manifiesta en problemas de fertilidad, falta de energía vital y desequilibrios emocionales.
Una maternidad con raíces es decir una maternidad enraizada implica una reconexión profunda con la Tierra y con el cuerpo. A través de prácticas ancestrales y el contacto consciente con la naturaleza, la mujer puede volver a alinear su energía con la energía de la Tierra, restaurando el equilibrio en su matriz y en su vida.
Sanar la matriz: un camino hacia la vida

La buena noticia es que, aunque la matriz de muchas mujeres esté llena de dolor y bloqueos, es posible sanarla. La sanación de la matriz es un proceso profundo que implica trabajar a nivel físico, emocional y energético para liberar el dolor acumulado y restaurar el flujo de energía vital.
El primer paso en la sanación de la matriz es reconocer y honrar el dolor que se ha almacenado en este espacio. Muchas mujeres no son conscientes de que llevan en su matriz el dolor de generaciones anteriores, y este dolor se manifiesta en su vida como infertilidad, problemas de salud o dificultades emocionales.
Una vez que reconocemos el dolor, podemos comenzar a sanarlo. En la sabiduría ancestral, existen muchas herramientas para sanar la matriz, desde ceremonias y rituales de sanación hasta el uso de plantas medicinales y prácticas de conexión con la Tierra.
Herramientas ancestrales para sanar la matriz
En mi experiencia como mujer medicina, he trabajado con muchas mujeres en el mundo para ayudarlas a sanar su matriz, restaurar y activar su poder creador original. Algunas de las herramientas ancestrales que utilizo en este proceso incluyen:
- Circulo de sanación y activación de la matriz: este proceso lo diseñe para liberar el dolor y los bloqueos que se han acumulado en la matriz. A través de rituales sagrados, las mujeres pueden reconectar con su matriz, honrar el dolor que han experimentado y liberar esas energías para restaurar el equilibrio.
- Plantas medicinales: En muchas tradiciones ancestrales, las plantas medicinales son vistas como aliadas en el proceso de sanación. Estas plantas ayudan a limpiar y purificar la matriz, liberando las energías estancadas y restaurando el flujo de energía vital.
- Enraizamiento con la Tierra: Como mencioné antes, la desconexión con la Tierra es una de las principales causas de desequilibrio en la matriz femenina. A través de prácticas y rituales, la mujer puede reconectar con la energía de la Tierra y restaurar su propia energía vital.
Maternidad Sagrada: el resultado de la sanación
Cuando sanamos la matriz, abrimos el camino para una maternidad más consciente y sagrada. La maternidad con propósito no es solo una cuestión de biología y deseo interior; es una manifestación de nuestra conexión con la vida, con la Tierra y con nosotras mismas. Al sanar nuestra matriz, restauramos nuestra capacidad para manifestar vida desde un lugar de amor, conexión y equilibrio.
La maternidad sagrada que surge de una mujer enraizada con la Madre Tierra y con una matriz fuerte y sana es una experiencia transformadora que cambia radicalmente la vida de la Mujer. Ya no estamos repitiendo los patrones de dolor de nuestras ancestras, sino que estamos creando una nueva historia, un nuevo linaje lleno de vida y amor.
La matriz femenina ha sido diseñada para albergar la vida, pero en la sociedad moderna, muchas mujeres experimentan su matriz como un espacio de dolor y muerte. Los problemas de fertilidad, los abortos, los partos traumáticos y los abusos sexuales han dejado una huella profunda en la matriz de las mujeres, convirtiéndola en un cementerio energético, un lugar lúgubre y frio.
Sin embargo, a través de la sabiduría ancestral y la sanación energética, es posible restaurar la vida en la matriz femenina. Al sanar los traumas y bloqueos que se han acumulado en este espacio, las mujeres pueden recuperar su poder para manifestar vida de manera consciente, enraizada y sagrada.
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🌹Con amor, Samahia