Una maternidad más allá de los 40 años

¡Bienvenida a este artículo del CAMINO ANCESTRAL DE LA MATERNIDAD. Hoy vengo a compartir sobre la Maternidad más allá de los 40 años y Sabiduría ancestral para sanar y concebir

Una maternidad más allá de los 40 años: Sabiduría ancestral para sanar y concebir

La maternidad más allá de los 40 años es un camino lleno de retos, pero también de profundas transformaciones. En la sociedad moderna, las mujeres que desean ser madres después de los 40 a menudo se enfrentan a limitaciones, preguntas, dudas y miedos en torno a su fertilidad. Sin embargo, desde una visión ancestral, la edad de la mujer no es un obstáculo insalvable, sino una oportunidad para conectar con su poder interior, sanar heridas emocionales y físicas, y enraizarse profundamente en la Tierra para recibir la energía vital que sus órganos sexuales necesitan para florecer y ser madres.

En este artículo, quiero compartir mi experiencia y la de muchas mujeres con las que he compartido desde el 2013, mujeres que, a través de la sabiduría ancestral y la sanación de traumas heredados, han podido abrazar una maternidad sagrada y consciente más allá de los 40 años y algunas incluso después de los 50. La fertilidad no solo es un proceso físico, sino también un tema energético y espiritual. La energía creativa que habita en el vientre de la mujer está directamente conectada con su vínculo y sus raíces con la Madre Tierra.

La conexión con la Tierra: fertilidad y salud de los órganos sexuales

El pilar fundamental de la maternidad ancestral es el Enraizamiento, es decir la conexión consciente con la Tierra. Para poder concebir y llevar a cabo una maternidad consciente, es esencial que la mujer esté enraizada en la Tierra y en su cuerpo. Desde la sabiduría ancestral se reconoce que los órganos sexuales de la mujer, útero, ovarios y pechos están intrínsecamente conectados con la energía de la Tierra. Así como la Tierra da vida a las plantas, matriz es el lugar donde se gesta la vida humana y donde reside esa energía de vida de la Tierra.

Cuando una mujer ha vivido desconectada de su cuerpo o ha enfrentado traumas emocionales, es común que esta conexión se debilite. Esto puede manifestarse como problemas de fertilidad, malestares físicos en la parte inferior del cuerpo o dificultades para concebir. Por eso, en la medicina ancestral, se recomienda a las mujeres que desean ser madres en general, peor especialmente después de los 40 años que se enfoquen en restablecer esta conexión con la Madre Tierra y se enraícen. Prácticas como caminar descalzas sobre la tierra, meditar en contacto con la naturaleza y realizar procesos de sanación de la matriz son poderosas herramientas para enraizarse y revitalizar la fertilidad.

La salud de los órganos sexuales también se puede mejorar mediante plantas medicinales que favorezcan la fertilidad, así mismo aceites y baños rituales. Por ejemplo, en mi acompañamiento como mujer medicina, recomiendo a las mujeres que deseen fortalecer su fertilidad que trabajen con plantas como la maca, el cardo mariano y la ortiga, que tienen un efecto revitalizante sobre el sistema reproductivo. Estas plantas ayudan a nutrir el cuerpo desde dentro, facilitando un entorno fértil y saludable.

Sanar los traumas heredados: el legado de nuestros ancestros

Uno de los mayores desafíos para muchas mujeres que desean concebir después de los 40 años es el peso de los traumas heredados que han generado bloqueos inconscientes y han hecho que se retrase su maternidad. En mi propia experiencia y con otras mujeres, he encontrado que muchas mujeres llevamos en nuestro cuerpo y en nuestra energía los dolores no resueltos de nuestros ancestros. Estos traumas y bloqueos pueden manifestarse de muchas maneras, desde la infertilidad hasta la pérdida de embarazos o no poder establecer una pareja.

Desde una visión ancestral de la maternidad, las mujeres que mueren al dar a luz, los abortos naturales o provocados (niños no nacidos) o los niños que fallecían a temprana edad, dejan una fuerte huella emocional en el inconsciente familiar que es transmitido de generación en generación. Este dolor heredado y bloqueado  permanece en el linaje y se hereda a las generaciones siguientes, manifestándose como bloqueos emocionales o físicos para concebir y ser madres. A menudo, estos traumas y bloqueos no son conscientes, pero se revelan en el cuerpo de la mujer cuando intenta convertirse en madre.

Para poder experimentar una maternidad autentica y libre, es decir dejar de repetir los patrones de dolor que vivieron generaciones anteriores, es esencial sanar estos traumas heredados. En mis sesiones y procesos de sanación, comparto  un camino basado en la sabiduría ancestral, a través de una toma de conciencia femenina y de rituales acompaño en la liberación del dolor para permitir abrirnos a una nueva forma de vivir y de encarnar la maternidad. Cuando la mujer se reconecta con sus ancestros, los honra, toma el dolor y lo libera,  también suelta los bloqueos energéticos que están impidiendo su fertilidad y convertirse en madre.

La Sabiduría Ancestral: un camino hacia la Maternidad Sagrada

La maternidad desde lo ancestral es mucho más que un acto físico de dar a luz. En las culturas ancestrales, la maternidad es vista como un proceso muy elevado espiritual y el más sagrado dentro de lo sagrado. Desde el momento en el que una mujer decide ser madre, es decir ella tiene a su hijo en su pensamiento y en su corazón, desde ese instante ya está comenzando a conectar con el alma de su bebé hasta que se produzca la concepción física. Y este vínculo le permite conectarse no solo a esa alma sino a todo el universo. Desde la sabiduría ancestral la Maternidad Sagrada requiere una preparación consciente y enraizamiento con la Madre Tierra.

En la maternidad con raíces o maternidad enraizada, la mujer reconoce que su cuerpo es una extensión de la naturaleza y que la vida que lleva dentro es un Don que le pertenece a la Madre Tierra. Esto contrasta bastante con la visión moderna de la maternidad, que a menudo está sin raíces, desconectada de la naturaleza y basada en el control médico y tecnológico. Si bien la medicina moderna tiene su lugar, la sabiduría ancestral nos recuerda la importancia de enraizarnos en la Tierra y confiar en el poder de nuestro cuerpo.

A medida que avancemos para sanar los traumas heredados y reconectar con la Tierra, también estamos restaurando la energía creativa y la fuerza vital de nuestros órganos sexuales. Esta energía es esencial para concebir más allá de los 40 años. He visto a muchas mujeres, que después de años de intentar concebir sin éxito, han podido quedarse embarazadas tras realizar procesos de sanación profunda y reconexión con la Madre Tierra.

El poder de los rituales ancestrales para fortalecer la fertilidad

En la sabiduría ancestral, los rituales son una parte fundamental de la vida. No solo son actos simbólicos sino actos de trascendencia espiritual, herramientas poderosas que nos facilitan un cambio de consciencia y de nuestra energía para atravesar las diferentes circunstancias de la vida de una forma armoniosa. Los rituales de fertilidad eran comunes en muchas culturas antiguas, y lo siguen siendo en algunos rincones del planeta, y aunque a menudo se han perdido para nuestro mundo moderno, siguen siendo relevantes hoy en día para las mujeres.

El ritual básico para potenciar la fertilidad  en las mujeres que desean concebir más allá de los 40 años es el «Ritual de Enraizamiento con la Madre Tierra». Este ritual tiene como objetivo fortalecer la conexión con la Tierra, restaurar las raíces y la fuerza vital. Para ello te recomiendo descargarte la Guía de Enraizamiento. Durante esta conexión consciente en la Naturaleza, después de haber pedido permiso,  de ofrendar y de caminar con los pies descalzos, siéntate en el suelo y coloca tus manos sobre tu vientre mientras respiras profundamente. A medida que inhalas, visualiza la energía de la Tierra subiendo por tus piernas y llenando tu vientre con la energía de vida. Mientras exhalas, libera cualquier miedo o bloqueo que esté impidiendo tu fertilidad.

Esta conexión puede repetirse tantas veces como sea necesario, y con el tiempo, las mujeres comienzan a sentir un cambio en su energía, su relación con su cuerpo y su capacidad para concebir.

Los desafíos y las bendiciones de la maternidad más allá de los 40

Es cierto que la maternidad después de los 40 años puede presentar desafíos. A nivel físico, las mujeres pueden enfrentarse a una disminución de la fertilidad, desequilibrios hormonales y otros problemas de salud. Sin embargo, la sabiduría ancestral nos enseña que estos desafíos no son insuperables. Con la sanación adecuada y un dedicado compromiso para enraizarte, es posible restaurar la vitalidad y la fertilidad en cualquier etapa de la vida.

En muchos sentidos, las mujeres que se convierten en madres después de los 40 años están en una posición privilegiada. En muchos casos, ellas tienen más sabiduría, experiencia y un extenso camino de sanación, lo que les permite vivir la maternidad desde un lugar de mayor conciencia y profundidad espiritual. La maternidad consciente después de los 40 no solo es posible, sino que puede ser una experiencia profundamente enriquecedora.

Sanar el linaje femenino: liberar el dolor para abrazar la vida

Un aspecto crucial para lograr una maternidad más allá de los 40 años es sanar el linaje femenino y las madres de tu árbol genealógico. Como mencioné anteriormente, los traumas heredados pueden ser una gran barrera para la fertilidad. Muchas veces, estos traumas incluyen abortos no sanados, niños que murieron a temprana edad o incluso experiencias traumáticas de parto en generaciones anteriores. Estos eventos dolorosos dejan una huella en el linaje, que se transmite inconscientemente a las mujeres de la familia.

La sanación de las madres de la familia implica liberar este dolor y honrar a nuestras ancestras como puentes con la vida. Esto puede hacerse a través de procesos acompañados de sanación y rituales específicos. Al liberar este dolor heredado, estamos no solo sanando a nuestros, sino también abriendo el camino para una maternidad libre y autentica.

La maternidad más allá de los 40 años es un viaje de sanación, reconexión y transformación. A través de la sabiduría ancestral, podemos restaurar nuestra fertilidad, liberar los traumas heredados y reconectar con la Tierra para vivir una maternidad consciente y con raíces profundas. No importa la edad, el cuerpo femenino tiene un poder inmenso para regenerarse y crear vida cuando está alineado con su verdadera esencia y cuando se libera de los bloqueos emocionales y energéticos.

Si estás buscando ser madre después de los 40, te invito a que te reconectes con tu cuerpo, tu vientre y especialmente con la Madre Tierra. A través de la sanación profunda y la sabiduría ancestral, puedes abrirte a la posibilidad de concebir y experimentar una maternidad sana y autentica.

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¡Nos vemos pronto!

🌹Con amor, Samahia 

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